domingo, 14 de noviembre de 2010

retórica de la pintura

“cero estrés”


Que interesante sería estar “cero estrés”, como lo afirma la nueva campaña publicitaria de Comcel que a muchos colombianos les ha creado cierta intriga de qué será eso o que nuevo plan llegará al país, pues esta retorica publicitaria persuade a la gente de que claramente algo nuevo, no precisamente innovador, se viene para las telefonías celulares, en este caso Comcel.

En cambio si vamos a un museo y vemos a la exposición actual de bicentenario de inmediato nos lleva a tiempos pasados y empezamos a reconstruir la historia.

Para la publicidad su objetivo primordial, aparte de persuadir, es crear una conciencia de consumo donde lo primordial sea el producto; en contraste con esto, está la retorica de la pintura que lo que busca es reflexionar sobre lo que se está viendo.

En la publicidad se ve cierta libertad en crear algo que sea llamativo y que lleve al espectador a comprar de inmediato el objeto que se esté vendiendo. Por el contrario para los artista esta libertad de expresar no es tan enmarcada, ya que para cualquier artista lo más importante de representar algo es llevar al espectador a una reflexión y en eso muchas veces los artistas se pierden en la construcción de cierto “objetivo”. Este objetivo debe tener su prioridad en retratar una “realidad” o condiciones socioculturales, sin importar su grado de claridad.

Dicho grado de claridad es: no importa si la imagen es tal cual a como se ve en el mundo real, si las pinceladas del artistas son delgadas, gruesas; si tan solo usa puntos, líneas, etc.

Objetivo que, a mi parecer, nunca se cumple, bueno salvo en algunos artistas; cuando yo veo una obra de un paisaje simple, para mi tan solo es el retrato de un paisaje y se queda en una técnica del artista.

La pintura debe ser esa que manifieste una intensión dominante o una voluntad de cambio, algo que va en contra del sistema, que logre que uno como espectador tome conciencia o voz y voto en lo que se muestra.

La pintura se queda en nuestras mentes y en nuestro recuerdo, mientras que la publicidad es un imaginario del momento, si se acaba alguna cuña publicitaria esta parará al pasado y se olvidará mucho más rápido mientras que la imagen será siempre un punto de referencia, y de la cual los pintores deberán esforzarse para que este arte siempre sea el primero en reconstruir una condición sociocultural.

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